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Asesoría en Santander //.

Alcanzamos ya el mes de marzo y continuamos con nuestras reflexiones sobre el emprendimiento.

En algún lugar hemos leído que marzo era el primer mes del viejo calendario romano, nombrado en honor a Marte, dios de la guerra, ya que en este mes se planeaban todas las campañas militares que tendrían lugar en el transcurso del año.

Esta reflexión, aplicada a nuestro proyecto de empresa, es muy útil ya que la planificación es clave en todo proyecto empresarial; tenemos que tener claro el punto de partida pero también el punto de llegada.

¿Cómo conocer bien el punto de partida? Con una profunda reflexión o análisis de dónde estamos, cómo se encuentra nuestro proyecto empresarial, con qué recursos contamos, etc. A su vez, ¿cómo alcanzar el punto de destino?, muy sencillo, dejaremos volar nuestra imaginación y nos plantearemos dónde queremos llegar, pero siempre estableciendo esta meta a medio  o largo plazo fijando en el camino unos objetivos o hitos asequibles.

La fijación de los objetivos es algo que entraña cierta dificultad.

¿Cómo fijar los objetivos?

A continuación exponemos una técnica que nos viene como anillo al dedo en este MES DE  MARTE.

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La técnica MARTE o SMART.

Esta técnica es bien conocida. G. T. Doran en su artículo de 1981 en Management Review, propuso la técnica SMART como una ayuda eficaz para la elaboración, proceso y fijación de objetivos.

El significado de la palabra SMART, es “inteligente” y el desglose de la palabra en siglas corresponde a las iniciales de los siguientes criterios:

SMART (inglés): Specific (Específico), Measurable (Medible),  Attainable (Alcanzable), Realistic (Realista) y Time-sensitive (Sensible al tiempo)

MARTE (castellano): Medible, Alcanzable, Retador, Temporal y Específico.

¿Cómo serán los objetivos que nos fijemos? Deberán ser:

  • Medibles: los objetivos tienen que poder medirse para poder evaluar su consecución y analizar desviaciones.
  • Alcanzables: para evitar la frustración que supondría el no alcanzarlos nunca
  • Retador: el objetivo debe ser motivador, tiene que ser un reto que obligue a luchar por él cada día.
  • Temporal: importante establecer horizontes temporales concretos para no quedarnos atrapados en objetivos que nunca se alcancen o que nunca lleguen a su fin.
  • Específico: deben ser claros y concretos: ¿Qué?, ¿Dónde?, ¿Cuándo?, ¿Cómo?, además si nos planteamos estas preguntas a la hora de definir los objetivos nos será más fácil concretar la M (medibles).

Esperamos que esta breve explicación sobre la técnica MARTE os sirva para avanzar un poco más en vuestro proyecto empresarial. Nos despedimos de vosotros hasta el mes de abril, esperamos que sigáis siendo fieles a nuestra serie de entradas sobre emprendimiento.

Para cualquier duda o si necesitáis ayuda en vuestro proyecto recordad que en Asienta Asesores estamos especializados en apoyar a los emprendedores.

Imagen principal: De Giovanni Dall'Orto. - Fotografía propia - 
https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=6410657