Asesoría Santander – En el BOE de ayer día 4 se publica la Ley 31/2014, de 3 de diciembre, por la que se modifica la Ley de Sociedades de Capital para la mejora del gobierno corporativo. Esta ley viene a responder, en parte, a la creciente preocupación por la situación actual de “desgobierno” en algunas entidades, que han llevado a la sociedad española a un clima de malestar acentuado por los casos de corrupción política que parecen proliferar como las setas en el bosque.
Entre otras materias, esta ley, viene a dotar de más peso a la junta general de accionistas, a aumentar la información que éstos tienen de la sociedad a la que pertenecen y a proteger más los derechos de los accionistas minoritarios.
De acuerdo al análisis de percepción ciudadana de Transparencia Internacional, España estaría entre los 15 países más corruptos de Europa (puesto 13 sobre 31), con un índice similar a los últimos resultados del CIS al respecto.
Además profundiza mucho, y esto es importante, en el tema de la remuneración de los administradores de las sociedades estableciendo que “guardar una proporción razonable con la importancia de la sociedad, la situación económica que tuviera en cada momento y los estándares de mercado de empresas comparables, promover la rentabilidad y sostenibilidad a largo plazo de la sociedad e incorporar las cautelas necesarias para evitar la asunción excesiva de riesgos y la recompensa de resultados desfavorables.”
La exposición de motivos es clara y compartida por todos pero, como los buenos deseos a veces no se cumplen, la ley establece límites a los porcentajes de la participación en beneficios para evitar tentaciones.
Esperemos que esto ayude a la regeneración social que tanto necesita nuestro país.
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